Aunque muchos no lo crean, los encierros de Guadalajara tienen poco recorrido de celebración, en comparación con lugares como Brihuega, en nuestra provincia, (uno de los más antiguos de España junto con los de Cuéllar) o los de Pamplona.
Previo a poder correr los encierros por las calles, el ayuntamiento hizo lo que podríamos llamar algunos ensayos. Organizaba suelta de vaquillas, principalmente para las peñas, en la plaza de toros.
Los jóvenes de la ciudad disfrutaron de estas vaquillas, ya fuera del ambiente festivo de las ferias de ese año, el 7 de octubre de 1978, en un ambiente otoñal.
De estas vaquillas salieron luego los corredores de nuestros actuales encierros.