Como cada 8 de septiembre, la patrona de Guadalajara, la Virgen de la Antigua, recorre, multitudinariamente acompañada, las calles de la ciudad para regresar a su santuario, la que fuera la antigua iglesia de Santo Tomé.
Durante nueve días ha estado alojada en la concatedral de Santa María, donde los devotos rezaban el novenario, tras el traslado de la imagen que tiene lugar cada 29 de agosto.
La imagen de la virgen, con sus mejores galas y rodeada de flores, recorre un tramo de la Calle Mayor, a la altura del Casino y del antiguo Banco Hispano Americano, en una fotografía de 8 de septiembre de 1985.
En una de las fotografías, en el centro de la misma, se puede distinguir nítidamente al entonces Duque e Cádiz, Don Alfonso de Borbón y Dampierre, quien era muy devoto de la Virgen de la Antigua y solía participar con asiduidad en la procesión.
