El fotógrafo viaja por la Sierra, deteniéndose en pueblos a los que fotografiar, corría a finales del invierno de 1968.
Desde la carretera que lleva a Atienza, par para fotografiar una vista panorámica de la ciudad. Luego entró en la Ciudad del Doncel, recorrió sus calles y entre las muchas fotos que hizo, fotografío la fachada meridional de catedral de seguntina con la torre del Gallo desde los soportales del ayuntamiento.
Hoy Sigüenza es una bulliciosa ciudad que aspira a estar incluido como Patrimonio de la Humanidad en el contexto del “Paisaje de los ríos Dulce y Salado”.








