Hubo un tiempo, durante unos años, que las muchachas jóvenes de la capital podrían ser elegidas Reinas y Damas de Honor de las fiestas de Guadalajara.
Bueno, también es verdad, que hubo otros años, especialmente durante el régimen franquista, que la reina elegida era la hija de algún ministro franquista, pero eso se hacía para conseguir alguna inversión importante para la ciudad, cosa que solía funcionar muy bien.
En este año que nos ocupa, 1978, más concretamente el 25 de septiembre, en el Patio de los Leones del Palacio del Infantado, se celebró el acto de proclamación de la Reina de las Fiestas de ese año, título que recayó en la joven Marisol del Olmo Camarillo, que por aquel entonces tenía tan solo 17 añitos, y representaba al Barrio Dr. Sanz Vázquez-Eras del Canario.
En las fotos las reinas entrante y saliente del brazo del alcalde, Agustín de Grandes y del siempre recordado Luisón Suárez de Puga.
Tras el protocolario acto, actuó como mantenedor el escritor, ya fallecido, Francisco García Marquina y finalmente, por las calles de la ciudad recorrió la cabalgata festiva ante la algarabía general.
